"La felicidad no te abre los ojos de repente en plena noche. La felicidad no hace que el pijama y la cama se vuelvan incómodos. La felicidad no te lleva los problemas a la cabeza tras poner la alarma en el despertador o en el teléfono móvil. La felicidad, habitualmente, te deja dormir... Y hace desaparecer el negro techo de tu habitación para que sea un cielo de estrellas el que abrigue tu descanso. Por eso, cuando no se es feliz, y la felicidad es efímera, uno se levanta con ojeras y con la sensación de no haber dormido ni una sola hora la noche antes. "
cito a: Jose M. Vilchez, en el "Diario del Cadiz".
Perfecto, me voy a fijar si tengo las ojeras y bolsas en los ojos cada mañana...
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